Mendigos, vagabundos, carrileros, transeúntes, indigentes, sin techo, personas en situación de calle, muchas denominaciones para una sola realidad....INVISIBLES...
Vivir en la calle no es una decisión meditada, más bien es una solución precipitada para alejarse del dolor o la única opción tras rúpturas familiares, laborales y sociales traumáticas...una espiral en la que se van encadenando unas con otras y a la que se le suman complicaciones como las adicciones que a su vez pueden ser causa-consecuencia...problemas de salud tanto física como mental y agresiones ante una situación total de desamparo.
Los contextos de exclusión social son eludidos en muchos discursos, porque atentan contra nuestros esquemas de triunfadores, sin tener en cuenta que toda intervención en contextos de exclusión y marginación pide mucha abnegación, mucha paciencia, mucho descentramiento de nosotros mismos, y un amplio reconocimiento de esas vidad amenazadas,que tienen la misma dignidad, con el agravante de que quizá, pese al esfuerzo que se les dedique, nunca salgan del infierno que han caído y pese a ello hay que seguir invirtiendo en humanidad con ellos.
Buenas tardes:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el título de esta entrada. Y me parece muy curiosa tu aportación MIRAME...ESTOY AQUÍ. Me planteo que en tu expectativa de que las personas nos demos cuenta de que estas "otras personas " existen no te paras en lo poco que en general las personas nos vemos los unos a los otros. No, yo creo que no necesitamos darnos cuenta de que existen estas otras personas que como dices no cumplen nuestros esquemas de triunfadores; yo creo, que el problema va más allá, el problema es que hemos dejado de ver a estos "otros" porque nos hemos dejado de ver a "nosotros mismos " quizás estos " otros " son los que se han dado cuenta de que esta vida tal como la estamos planteando no tiene ningun sentido y ellos sí que se han visto!Y se han dado cuenta, muchos de ellos que quieren dejar de vivir esta vida de mentirijillas....
Un saludo, feliz Navidad
Yolanda
El mírame estoy aquí me parece una expresión muy significativa de la realidad que no queremos ver y a la que cualquiera estamos expuesto. Se han dicho muchas cosas de porqué cerramos los ojos y, se me ocurre (a raíz de tu frase) que para llegar a ver a estas personas, quizás, primero tendríamos que empezar cada uno de nosotros por aquello de...me veo estoy aquí.
ResponderEliminarSin duda, esa es nuestra gran oportunidad, la de poder cambiar nuestras formas de mirar, la posibilidad de descentralizarnos y cuestionarnos que nuestros esquemas no tienen porque ser certeros.Tengo un amigo que cuando me lo encuentro y le pregunto qué tal estas suele contestarme bien...o te cuento,creo que en ese te cuento uno se acerca realmente al otro, sin juicios ,solo cabe escuchar de echo pienso que si disponemos de dos orejas , dos ojos,y una boca quizá sea porque debemos escuchar y ver el doble de lo que hablamos...
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